top of page

Denise León ::: El saco de Douglas

  • Foto do escritor: davisdiniz
    davisdiniz
  • 2 de out. de 2020
  • 5 min de leitura

Atualizado: 3 de out. de 2020



Luisa

Vimos ele partir com as cabeças inclinadas para não sentir o vento. Ficamos ali sentadas, sem chorar, sentindo que desde sempre fazia falta. Era verão e minha mãe disse não tire seus sapatos. Escapou-se de Esmirna num barquinho que era o último. Sem se despedir. Tomou o último e veio. Ia meu pai sem sapatos para descer escapando do exército turco? Minha mãe disse que os havia apostado no baralho no barco de vinda e que me teve nos braços quando nasci e que não me soltava por nada neste mundo. Seus dedos longos de cinzas me mostram a foto envelhecida do casamento. Vê? Este é ele e esta sou eu. E os sapatos? E o lábios juntinhos da novia que parecem guardar uma promessa? A foto também atravessou o mar e se curva como que ajoelhada na estante e o gesto de quando retirava as pulseiras. Seus gestos de cinza que não tocam a terra. Seus dedos compridos soltaram meus dedos: só me sobraram as promesas.

(lo vimos partir con las kabezas echadas para no sintir el viento. Mos kedimos aí asentadas, sin yorar, sintiendo ke faltaba desde siempre. Era enverano i mi madre disho no te kites los chapines.Se eskapó de Izmir en un vaporiko ke era l´ultimo. Sin despartirse. Topó l´ultimo i se vino. ¿Iba sin chapines para abajar mi padre, eskapado del ejército turco? Disho mi madre ke se los abí djugado a las kartas en el barco de venida i ke me tuvo en los brazos kuando nací i ke no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me enseñan la stampa amofecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él i esta soy yo ¿I los chapines? ¿I los labios apegados de la novia ke parecen kudiar una promesa? La stampa también kruzó la mar i se enklina komo arrodiyada en el estante i el gesto de kuando se kitaba las puseras. Sus gestos de ceniza que no tokan la tierra. Sus dedos largos soltaron los mis dedos: sólo me kedaron las promesas.)

Klara


o veneno sobe do rio espesso e inútil para o coração. Ali se estanca em ondas suaves, manso, como um cão. Eramos três famílias judias. O veneno é um rio espesso e palpitante que bate as asas. Minha mãe escreve desgraçadamente ainda vivemos. Não nos salvamos porque merecemos isso. Estamos a salvos porque somos amados. Às vezes não nos salvamos. O veneno é um rio de pó na língua. Um rio vivo sob os lençóis, abaixo da camisa, debaixo da pele. Um rio com um oso solitário, ruido até o que não tem.

Alegre

o sol acaba de sair, acorda e eu o visto. As coisas voltam a existir, irrespiráveis e súbitas. Faço uma recontagem dos meus tristes tesouros enquanto el Chocho se arrasta debaixo da mesa e chia. O espaço entre a pele e a casca de sangue é uma fronteira. Um limite frágil de transformação. O corpo trabalha silenciosamente. As cicatrizes pinicam.

__


Denise León nasceu em Tucumán, Argentina, em 1974, neta de imigrantes sefaraditas. Publicou Poemas de Estambul (Alción, 2018), El trayecto de la herida (Alción, 2011), El saco de Douglas (Paradiso, 2011), Templo de pescadores (Alción, 2013), Sala de espera (El Cruce Cartonero, 2013), Poemas de Middlebury (Huesos de Jibia, 2014) e Mesa de pájaros (Bajo la Luna, 2019). Participou de festivais internacionais de poesia como os de Rosário (2009), Córdoba (2014), Mendoza (2014), o Festival Federal de la Palabra (2015) e o Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires. Poemas seus foram incluidos em antologias como Por mi boka (Lumen, 2013) e Penúltimos: 33 poetas de Argentina 1965-1985 (UNAM, 2015), e traduzidos ao inglês e ao português. É doutora em Letras e pesquisadora adjunta do Conicet (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas). Atualmente atua como docente nas cátedras de Literatura Hispano-Americana, na Universidade Nacional de Salta, e, na Universidade Nacional de Tucumán, Teoria da Comunicação II.


Denise León ::: El saco de Douglas (Paradiso, 2011)




Luisa

lo vimos partir con las cabezas inclinadas para no sentir el viento. Nos quedamos ahí sentadas, sin llorar, sintiendo que faltaba desde siempre. Era verano y mi madre me dijo no te saques los zapatos. Se escapó de Esmirna en un barquito que era el último. Sin despedirse. Tomó el último y se vino. ¿Iba sin zapatos para bajarse mi padre escapado del ejército turco? Dijo mi madre que se los había jugado a las cartas en el barco de venida y que me tuvo en brazos cuando nací y que no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me muestran la foto envejecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él y esta soy yo. ¿Y los zapatos? ¿Y los labios unidos de la novia que parecen cuidar una promesa? La foto también cruzó el mar y se inclina como arrodillada en el estante y el gesto de cuando se sacaba las pulseras. Sus gestos de ceniza que no tocan la tierra. Sus dedos largos soltaron mis dedos: sólo me quedaron las promesas.

(lo vimos partir con las kabezas echadas para no sintir el viento. Mos kedimos aí asentadas, sin yorar, sintiendo ke faltaba desde siempre. Era enverano i mi madre disho no te kites los chapines.Se eskapó de Izmir en un vaporiko ke era l´ultimo. Sin despartirse. Topó l´ultimo i se vino. ¿Iba sin chapines para abajar mi padre, eskapado del ejército turco? Disho mi madre ke se los abí djugado a las kartas en el barco de venida i ke me tuvo en los brazos kuando nací i ke no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me enseñan la stampa amofecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él i esta soy yo ¿I los chapines? ¿I los labios apegados de la novia ke parecen kudiar una promesa? La stampa también kruzó la mar i se enklina komo arrodiyada en el estante i el gesto de kuando se kitaba las puseras. Sus gestos de ceniza que no tokan la tierra. Sus dedos largos soltaron los mis dedos: sólo me kedaron las promesas.)

Klara

sube el veneno desde el río espeso e inútil al corazón. Allí se estanca en ondas suaves, manso, como un perro. Éramos tres familias judías. El veneno es un río espeso y palpitante que bate las alas. Mi medre escribe por desgracia vivimos todavía. No nos salvamos porque lo merecemos. Nos salvamos porque somos amados. A veces no nos salvamos. El veneno es un río de polvo en la lengua. Un rio vivo debajo de las sábanas, debajo de la camisa, debajo de la piel. Un río como un hueso solo, roído hasta lo que no tiene.

Alegre

apenas sale el sol, se despierta y lo visto. Las cosas vuelven a existir, irrespirables y súbitas. Hago un recuento de mis tristes tesoros mientras el Chocho se arrastra debajo de la mesa y chilla. El espacio entre la piel y la cáscara de sangre es una frontera. Un límite frágil de transformación. El cuerpo trabaja silenciosamente. Las cicatrices pican.

___

Denise León nació en Tucumán, Argentina, en 1974, nieta de inmigrantes sefaradíes. Ha publicado Poemas de Estambul (Alción, 2008), El trayecto de la herida (Alción, 2011), El saco de Douglas (Paradiso, 2011), Templo de pescadores (Alción, 2013), Sala de espera (El Cruce Cartonero, 2013), Poemas de Middlebury (Huesos de Jibia, 2014) y Mesa de pájaros (Bajo la Luna, 2019). Participó en festivales internacionales de poesía como los de Rosario (2009), Córdoba (2014), Mendoza (2014), el Festival Federal de la Palabra (2015) o el Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (2015). Poemas suyos han sido incluidos en antologías como Por mi boka (Lumen, 2013) o Penúltimos: 33 poetas de Argentina 1965-1985 (UNAM, 2015) y traducidos al inglés y al portugués. Es doctora en Letras e investigadora adjunta del Conicet (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas). Actualmente se desempeña como docente en las cátedras de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Nacional de Salta y Teoría de la Comunicación II en la Universidad Nacional de Tucumán.



 
 
 

Comments


Drop Me a Line, Let Me Know What You Think

© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page